El Club de Mar de Bueu denuncia el ´lamentable´ estado de sus instalaciones
Humedad, goteras, aparatos dañados y falta de espacio son algunas de las deficiencias
fuente: FARO DE VIGO
Filtraciones y goteras, aparatos de gimnasio estropeados por la humedad, remoergómetros inoperativos, acuciante falta de espacio, frío.... Son las condiciones en las que se encuentran las instalaciones del Club de Mar de Bueu, una nave náutica que dista mucho de cumplir los mínimos requisitos para la práctica deportiva y cuyo deficiente estado ha sido puesto de manifiesto por la directiva de la entidad buenense. "Estamos totalmente en precario", asegura el presidente, Chema Mariño.
La lista de problemas en el interior de las instalaciones es interminable. Las goteras se multiplican y se hacen más que evidentes con el mal tiempo que sufre Galicia desde hace casi dos meses. El agua ha deteriorado los elementos de madera del gimnasio y ha oxidado los cinco remoergómetros del club, de los cuales solo funciona uno. Sin aislamiento, el frío se cuela en una nave que utilizan unos 60 deportistas. En la oficina, los directivos encienden la luz uniendo dos cables pelados ya que no existe interruptor. Los vestuarios, minúsculos, tampoco reúnen las condiciones y únicamente existen tres duchas para todos los usuarios. "Necesitamos urgentemente unos vestuarios porque movemos mucha gente y ahí apenas hay espacio", señala Mariño.
Originariamente los vestuarios eran oficinas y fueron adaptados en su día para los deportistas. Las duchas también se hicieron sin una gran inversión ya que la nave era concesión de Costas. "Pero ahora que ya es municipal y nosotros tenemos el uso, hay que mejorar las instalaciones", reclaman desde el club. El concello buenense cuenta con un proyecto para la mejora de las instalaciones pero el Club de Mar de Bueu ya no confía en promesas. "Son demasiados años con ellas y poco se hace. Nos han dicho que se arreglará el tejado y habrá una reforma exterior, pero todavía no sabemos cuándo se va a ejecutar", afirman.
Con todo, la situación que más preocupa al club es la del exterior. Además de la existencia de un par de socavones en los alrededores de la nave, no existe una rampa en condiciones para bajar las embarcaciones al mar. "En invierno no es posible bajar por ahí los barcos. Además, enseguida se llena de verdín, se resbala mucho, y no queremos que pase una desgracia, porque hay niños en el club y llevan una embarcación pesada", asegura Chema Mariño.
Al estar inoperativa la rampa junto a la nave, los deportistas deben desplazarse hasta el puerto o el área de la Casa del Mar para bajar por allí las embarcaciones. "A veces los movemos con el carro, pero en otras ocasiones no es posible y lo llevan los propios remeros al hombro", afirma Mariño. Ésa es una de las razones por las que el club solicitó en su día un espacio en el puerto para poder guardar las embarcaciones. El concello elaboró un proyecto para construir una pequeña nave en el espacio próximo a donde estaba situada la báscula, a fin de poder acceder directamente al mar por la playa de Banda do Río. Ese proyecto, sin embargo, se encuentra en Portos de Galicia, que estudia las alegaciones presentadas por diferentes colectivos.
Con todas esas dificultades, la directiva intenta reflotar un club que este año competirá de nuevo en solitario en traineras (el año pasado lo hizo junto al Vila de Cangas bajo el nombre conjunto de Remo Morrazo). "Los padres están que trinan, la gente está muy enfadada y se cansa", afirma Chema Mariño.
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