18.12.13

España derrota a Rusia y se cita con Brasil en la Final del Mundial Femenino

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¡A la Final! La selección femenina de Fútbol Sala selló su pase a a la gran Final del Mundial con un espectacular triunfo ante Rusia, a la que derrotó por 4-1. Ampi, con un doblete, Ceci y Anita Luján hicieron los goles del combinado nacional, que se buscará su primera estrella el próximo viernes ante Brasil (20:00h) en el Quijote Arena.
Con el aforo completo, el pabellón Díaz Miguel recibió a España animando a pulmón abierto su entrada en pista y tarareando el himno al unísono de la megafonía. El ambiente estaba conseguido, ahora el equipo español tenía que congeniar con ese apoyo. Y no tardó en llegar la simbiosis; fue en el primer minuto cuando Cecilia lanzaba al palo izquierdo de tiro raso cruzado.

Las credenciales rusas habían quedado constatadas en la fase de clasificación, sobre todo en su partido frente a Brasil, pero en estos primeros compases el equipo español barrió del campo a las rusas, instalando la defensa en tres cuartos y circulando el balón con rapidez, prueba de ello es que el equipo ruso no se acercó hasta las inmediaciones de la portería defendida por Belén hasta el minuto 3, con un lanzamiento sin consecuencias. Las rotaciones españolas surtían efecto para llegar a las inmediaciones del área rusa, pero la definición no llegaba, y eso es correr mucho riesgo con Rusia enfrente, con dinamita en sus filas, sobre todo por parte de su jugadora más destacada, Afanasova, quien ella sola es capaz de gestionarse una ocasión, como así hizo en el minuto 5, maniobrando ante la oposición de la defensora española, zafándose de ella y disparando a puerta. Un chut que fue afortunadamente despejado por Belén, en la mejor ocasión rusa hasta del momento.

Y en el 9’ otro disparo al palo de Cecilia, como también en ese mismo minuto pudieron marcar las españolas después de un barullo en el corazón del área, pero la suerte no estaba con el equipo. El juego español merecía el gol después de las incontables ocasiones que estaba generando. Fueron momentos de intensa presión; la grada pidió penalti en un rebote; el balón no salía del campo ruso; más no se podía hacer, salvo definir. El público se desgallitaba y el cuadro español lo agradecía poniendo todo su pundonor y buen hacer, pero el gol no llegaba.

Minuto 15 y sólo se había contabilizado un acercamiento serio de Rusia, pero el marcador seguía registrando el empate a cero inicial. El derroche físico que estaba desplegando España no tenía límite, su presión en dos tercios de cancha y su circulación de balón exigía mucho esfuerzo, y eso podría pasar factura, por eso era obligado anotar antes del descanso. Y lo que son las cosas, en una de las escasas llegadas de Rusia el balón se va a córner, a pocos segundos del final de la primera mitad; el saque lo bota con fuerza Mariia Filisova, toca en la portera española y se introduce sin remisión al fondo de las mallas. España había hecho todo bien y se iba al descanso con un gol en contra.

El segundo tiempo comenzó con los aplausos del público a la selección española, insuflándole ánimos para voltear el marcador. Y el equipo respondió jugando con la misma tónica, impidiendo el avance ruso y levantando en cada jugada al respetable. Pero ahora no había tanta frescura en el cuadro español; todo el juego se desarrollaba en campo ruso, pero las ocasiones no eran tan claras.

A por ellas oe, a por ellas oe, a por ellas eoe, era el cántico que planeaba por el pabellón. Y por fin, en el minuto 28, un delicado y sutil toque de Amparo, a la salida de la portera rusa, elevó el balón en una plástica vaselina para hacer el empate a uno. La justicia había llegado al pabellón Díaz Miguel. Además, el gol incrementó el ego español y ahora cada llegada se traducía en una ocasión. Los recursos técnicos se sucedían de todos los colores, regates, paredes, voleas, etc., etc., en el mejor partido de España en el Campeonato.

En el minuto 31, otra inigualable ocasión para Natalia, que lanza al poste en un disparo seco y cruzado. Las rusas únicamente se dedicaban a echar balones arriba, sin ningún destino, dejando a España todo el protagonismo. Y por fin, en el minuto 36, de la manera que menos podíamos esperar, Amparo, otra vez Amparo, remataba un córner y alojaba el balón en el fondo de las mallas. El público estalló de júbilo. Ahora el coro decía: “que bote, que bote, que bote el Díaz Miguel”, creando un ambiente impresionante. España le había dado la vuelta al marcador y eso merecía la alegría de la grada. Rusa colocó el cinco sobre la pista y España defendió su feudo como si de una batalla se tratara. Y en uno de esas acciones defensivas el despeje del balón se introdujo mansamente en la meta rusa, colocando el tres a uno en el marcador.

La hazaña se estaba consiguiendo, pasaban los minutos y el ataque ruso era incapaz de fructificar. España se colaba en la final después de un gran partido, de los que hacen afición, derrochando garra, sacrificio y calidad. Y para terminar maquillando el resultado Ana Sevilla marcó en una contra, por debajo de las piernas de la portera rusa. Y terminó el partido. Ahora espera Brasil en la gran final. Es el momento de desbancar a la tricampeona de su trono y emular a su hermano mayor cosechando éxitos. Será el próximo viernes, a las 20,00 horas, en el pabellón municipal Quijote Arena de Ciudad Real.

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