ATLáNTICO DIARIO - (jorge castro).-Hay días en los que el viento y la marea te dan y otros en los que te quitan. Ayer, en las fronterizas aguas de Hondarribia, en una de las pruebas más bellas del curso, el viento se levantó caprichoso. Lo que era una ligera brisa se fue incrementado a medida que transcurría la primera manga con Urdaibai lanzado hacia la victoria parcial y San Pedro hacia la permanencia en una de sus mejores regatas del curso.
De esta forma, unos pírricos cuatro kilómetros por hora de viento en contra y mar calmo del primer largo registraban quince con la llegada del bote de Bermeo a la línea de llegada. Era el mediodía, el viento ya había tomado su velocidad estable y, a continuación, tenían su turno la manga intermedia y después la de honor. El primer largo de la segunda manga, en la que estaba Tirán Pereira, ya dejó claro de que el trapo estaba camino de Bermeo. Quedaba por determinar la influencia definitiva del viento y, con el paso de los minutos, quedó patente de que sería notable.
En la tanda intermedia, la tripulación de San Juan tomó la cabeza de la regata desde el ecuador del primer largo, seguida por Ziérbena, Portugalete y Tirán Pereira. De nuevo, como en la jornada anterior, la 'Mar do Con' se mostró lenta en la salida. Firmó uno de los peores parciales de la jornada y la llegada de la ciaboga fue un respiro. Y es que, igual que la jornada anterior, el bote entrenado por Dani Pérez se fue creciendo poco a poco. Primero pasó a Portugalete, que estaba en caída libre, y después persiguió a Ziérbena hasta la tercera baliza, para asestar el golpe en el último largo de nuevo soberbio. En él, incluso recortó segundos a una San Juan crecida. La 'Mar do Con' realizó una primera mitad de regata de tanda mala y una segunda de honor. Una suma que te envía de forma inexorable a los puestos intermedios y que deberá analizar Dani Pérez para tratar de descubrir si es por defecto (escaso ritmo y nervio) o por exceso (ganas que conducen a la precipitación).
Con la entrada de las tripulaciones de la manga intermedia, quedó patente la influencia del viento. Urdaibai endosó casi medio minuto a San Juan, cerca de los cuarenta segundos a Tirán. San Pedro se mantenía segunda y Astillero, que hizo una mala regata, rebajaba los registros de los moañeses. Incluso Pedreña escapó de la última plaza al ganar a Portugalete y casi batir a Ziérbena.
Por lo tanto, parecía que salvo milagro, los gallos de la manga de honor no podrían luchar por la victoria. Finalmente así ocurrió, pero no estaba previsto en los planes la exhibición de la trainera local de Hondarribia. El bote fronterizo, que se caracteriza por regatas en progresión, mandó de forma casi insultante desde el ...[leer más]
De esta forma, unos pírricos cuatro kilómetros por hora de viento en contra y mar calmo del primer largo registraban quince con la llegada del bote de Bermeo a la línea de llegada. Era el mediodía, el viento ya había tomado su velocidad estable y, a continuación, tenían su turno la manga intermedia y después la de honor. El primer largo de la segunda manga, en la que estaba Tirán Pereira, ya dejó claro de que el trapo estaba camino de Bermeo. Quedaba por determinar la influencia definitiva del viento y, con el paso de los minutos, quedó patente de que sería notable.
En la tanda intermedia, la tripulación de San Juan tomó la cabeza de la regata desde el ecuador del primer largo, seguida por Ziérbena, Portugalete y Tirán Pereira. De nuevo, como en la jornada anterior, la 'Mar do Con' se mostró lenta en la salida. Firmó uno de los peores parciales de la jornada y la llegada de la ciaboga fue un respiro. Y es que, igual que la jornada anterior, el bote entrenado por Dani Pérez se fue creciendo poco a poco. Primero pasó a Portugalete, que estaba en caída libre, y después persiguió a Ziérbena hasta la tercera baliza, para asestar el golpe en el último largo de nuevo soberbio. En él, incluso recortó segundos a una San Juan crecida. La 'Mar do Con' realizó una primera mitad de regata de tanda mala y una segunda de honor. Una suma que te envía de forma inexorable a los puestos intermedios y que deberá analizar Dani Pérez para tratar de descubrir si es por defecto (escaso ritmo y nervio) o por exceso (ganas que conducen a la precipitación).
Con la entrada de las tripulaciones de la manga intermedia, quedó patente la influencia del viento. Urdaibai endosó casi medio minuto a San Juan, cerca de los cuarenta segundos a Tirán. San Pedro se mantenía segunda y Astillero, que hizo una mala regata, rebajaba los registros de los moañeses. Incluso Pedreña escapó de la última plaza al ganar a Portugalete y casi batir a Ziérbena.
Por lo tanto, parecía que salvo milagro, los gallos de la manga de honor no podrían luchar por la victoria. Finalmente así ocurrió, pero no estaba previsto en los planes la exhibición de la trainera local de Hondarribia. El bote fronterizo, que se caracteriza por regatas en progresión, mandó de forma casi insultante desde el ...[leer más]
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