Hondarribia aumenta su renta en la general a ocho puntos sobre orio, que sufrió los cambios de marea
NOTICIAS DE GUIPúZCOA - (Jabier Izquierdo / Gorka Estrada).-Hondarribia no se pudo llevar de sus aguas la bandera, pero el premio cosechado ayer por los bidasotarras en cuanto a puntos puede resultar clave de cara a la resolución de la Liga. Lo logrado por la trainera verde se debe definir como la recompensa a un arduo trabajo, ya que las condiciones de la mar se convirtieron en el mayor enemigo de los botes de la tanda de honor. En ella no estaba representada, en una calurosa mañana estival en la costa del Bidasoa, la trainera de Urdaibai, que seguro hoy no denunciará el hándicap que, en principio, supone para los txos tener que remar estos últimos domingos en la primera serie. No en vano, nadie sabe qué pudiera hacer acaecido si la Bou Bizkaia hubiera bogado con los mejores, puesto que el deterioro progresivo de la situación de la mar fue trascendental para el desenlace de la prueba. Ahora, de lo que tampoco hay duda es de que, a pesar de la ayuda marítima, los bermeotarras completaron una gran primera tanda. Una serie en la que vencieron con aplastante autoridad, y de la que se benefició también San Pedro, cosechando su mejor puesto, de largo, de la temporada. Una tercera posición final que da algo de respiro a la Libiay que, además, le vuelve a situar por encima de Astillero. Si la pelea por el campeonato es tremenda, la batalla por eludir el descenso no lo es menos.
El gran crono marcado por los vizcainos de 19:50.94 -unas centésimas peor que el de Kaiku en 2013 en el mismo escenario- aventuraba a tener en cuenta a los azules en las siguientes tandas. Mucho más, si cabe, cuando en la serie intermedia San Juan, proa de regata, se dejaba la friolera de diez segundos con respecto a la Bou Bizkaia en solo un largo. Diferencias notables y extrañas en esta temporada arraunlari. Menos usuales si se tiene en cuenta que la propia trainera de San Pedro mejoraba a su vecina de bahía en siete segundos. Un ligero runrún comenzaba a asomar entonces en el espigón hondarribiarra, nada perceptible. Más tarde alcanzaría cotas mayores. La vuelta de las embarcaciones de la segunda tanda dibujaban otro escenario. Si de brancas la ventaja superaba la decena, en popare la Erreka no perdía más de dos segundos en relación con el mejor tiempo. De camino a mar adentro, los tiempos volvían a dispararse. Ahora eran trece segundos los que perdía en el largo, 26 en el total.
Aun así, los rosas ya poseían una renta amplia con sus perseguidores, a los que dejó en ese tercer largo para que estos se midieran en un duelo muy igualado por la segunda posición de la tanda. De la última maniobra salió con algo de ventaja Zierbena, pero la calle 1 ayer fue maldita para todos menos para el ganador, y los galipos cedieron en meta ese puesto a Tirán y a punto estuvieron de perder el tercero ante Portugalete. Los tiempos finales eran esclarecedores: Zierbena, centésimas por delante de Pedreña, y Portugalete, última. Por delante, San Juan finalizaba su trabajo 26 segundos más tarde que Urdaibai y, también, claramente por detrás de San Pedro. Por segunda vez esta campaña -en Pasajes se vivió una situación similar-, las diferencias entre tandas estaban llamadas a jugar una mala pasada a alguno, aunque en esta ocasión los alteraciones de la mar perjudicarían a los botes punteros.
Marea verde
El colorido verde del espigón de Hondarribia llamaba a la épica. La afición bidasotarra, que fue mayoría, aunque también se vio mucho color amarillo y rosa por la zona de visión de la regata, se encontraba entusiasmada ante el reto que se avecinaba. Las ganas de vencer en casa de la Ama Guadalupekoa eran muchas, pero el tiempo de Urdaibai resultaba muy complicado de mejorar con las condiciones reinantes. Y no se tardó ni tres minutos en que se hiciera presente la supremacía bermeotarra. Tres segundos en medio largo, con respecto a la trainera local, que buscó romper la tanda de inicio. Sorprendente salida la que protagonizaron los de Mikel Orbañanos, poco acostumbrados a ser protagonistas desde la suelta de la estacha. Así, con el empuje de su afición, los bidasotarras se escaparon a cuatro y seis segundos de Orio y Kaiku, respectivamente, poco antes de la primera maniobra. Tras la ciaboga, las diferencias entre los dos botes guipuzcoanos no se incrementaron ostensiblemente. Tampoco la desventaja con Urdaibai, algo que confirmaba la igualdad en popare. Lo que sí marcaba el GPS era un posible batacazo oriotarra en sus aspiraciones de encaramarse al liderato. Más bien, parecía comenzar a chocar contra él. Por una calle 1 poco favorable en este enclave, los aguiluchos se encontraban inmersos en una lucha con traineras como Astillero o San Juan, que mejoraban su tiempo y le enviaban a la sexta posición.
La Liga estaba e juego y la segunda parte de la prueba iba a resultar definitoria. Una mejor ciaboga interior de la Bizkaitarra auguraba un mal presagio para el tercer largo amarillo. Así fue, Kaiku le superó al poco de comenzar el trabajo de brancas y ya no le volvió a coger la estela. Aguantó hasta la última maniobra con menos de un bote de desventaja, pero lo peor aún estaba por llegar para los de Igor Makazaga. Apostando por mantener su calle, la San Nikolas fue perdiendo fuelle y completó una última txanpa en la que marcó el noveno tiempo de todas las traineras. No es de extrañar, por tanto, su séptimo puesto, el más discreto de la temporada.
Mie...[leer más]
El gran crono marcado por los vizcainos de 19:50.94 -unas centésimas peor que el de Kaiku en 2013 en el mismo escenario- aventuraba a tener en cuenta a los azules en las siguientes tandas. Mucho más, si cabe, cuando en la serie intermedia San Juan, proa de regata, se dejaba la friolera de diez segundos con respecto a la Bou Bizkaia en solo un largo. Diferencias notables y extrañas en esta temporada arraunlari. Menos usuales si se tiene en cuenta que la propia trainera de San Pedro mejoraba a su vecina de bahía en siete segundos. Un ligero runrún comenzaba a asomar entonces en el espigón hondarribiarra, nada perceptible. Más tarde alcanzaría cotas mayores. La vuelta de las embarcaciones de la segunda tanda dibujaban otro escenario. Si de brancas la ventaja superaba la decena, en popare la Erreka no perdía más de dos segundos en relación con el mejor tiempo. De camino a mar adentro, los tiempos volvían a dispararse. Ahora eran trece segundos los que perdía en el largo, 26 en el total.
Aun así, los rosas ya poseían una renta amplia con sus perseguidores, a los que dejó en ese tercer largo para que estos se midieran en un duelo muy igualado por la segunda posición de la tanda. De la última maniobra salió con algo de ventaja Zierbena, pero la calle 1 ayer fue maldita para todos menos para el ganador, y los galipos cedieron en meta ese puesto a Tirán y a punto estuvieron de perder el tercero ante Portugalete. Los tiempos finales eran esclarecedores: Zierbena, centésimas por delante de Pedreña, y Portugalete, última. Por delante, San Juan finalizaba su trabajo 26 segundos más tarde que Urdaibai y, también, claramente por detrás de San Pedro. Por segunda vez esta campaña -en Pasajes se vivió una situación similar-, las diferencias entre tandas estaban llamadas a jugar una mala pasada a alguno, aunque en esta ocasión los alteraciones de la mar perjudicarían a los botes punteros.
Marea verde
El colorido verde del espigón de Hondarribia llamaba a la épica. La afición bidasotarra, que fue mayoría, aunque también se vio mucho color amarillo y rosa por la zona de visión de la regata, se encontraba entusiasmada ante el reto que se avecinaba. Las ganas de vencer en casa de la Ama Guadalupekoa eran muchas, pero el tiempo de Urdaibai resultaba muy complicado de mejorar con las condiciones reinantes. Y no se tardó ni tres minutos en que se hiciera presente la supremacía bermeotarra. Tres segundos en medio largo, con respecto a la trainera local, que buscó romper la tanda de inicio. Sorprendente salida la que protagonizaron los de Mikel Orbañanos, poco acostumbrados a ser protagonistas desde la suelta de la estacha. Así, con el empuje de su afición, los bidasotarras se escaparon a cuatro y seis segundos de Orio y Kaiku, respectivamente, poco antes de la primera maniobra. Tras la ciaboga, las diferencias entre los dos botes guipuzcoanos no se incrementaron ostensiblemente. Tampoco la desventaja con Urdaibai, algo que confirmaba la igualdad en popare. Lo que sí marcaba el GPS era un posible batacazo oriotarra en sus aspiraciones de encaramarse al liderato. Más bien, parecía comenzar a chocar contra él. Por una calle 1 poco favorable en este enclave, los aguiluchos se encontraban inmersos en una lucha con traineras como Astillero o San Juan, que mejoraban su tiempo y le enviaban a la sexta posición.
La Liga estaba e juego y la segunda parte de la prueba iba a resultar definitoria. Una mejor ciaboga interior de la Bizkaitarra auguraba un mal presagio para el tercer largo amarillo. Así fue, Kaiku le superó al poco de comenzar el trabajo de brancas y ya no le volvió a coger la estela. Aguantó hasta la última maniobra con menos de un bote de desventaja, pero lo peor aún estaba por llegar para los de Igor Makazaga. Apostando por mantener su calle, la San Nikolas fue perdiendo fuelle y completó una última txanpa en la que marcó el noveno tiempo de todas las traineras. No es de extrañar, por tanto, su séptimo puesto, el más discreto de la temporada.
Mie...[leer más]
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