Bajo el mandato de José María del Nido muchas cosas han cambiado en el Sevilla FC. Los trofeos que deja en las vitrinas lo han convertido en el presidente más exitoso de los 108 años de historia, en una entidad ajena históricamente a tal volumen de gloria en tan escaso espacio de tiempo. De la mediocridad, el equipo nervionense se elevó a la consideración de mejor equipo del mundo, a discutir cada campeonato con un grupo de jugadores sublimes. Pero también se fue gestando con Del Nido una revolución económica, asentada en la concepción del club como gran compañía mercantil que cuenta con los futbolistas como principales activos. El slogan ‘vender para crecer’ supuso también un cambio de mentalidad en el propio sevillismo, habituado a ver cómo se malvendían las estrellas y se perdía potencial deportivo. Pero con Del Nido el Sevilla siempre, o casi siempre, vendió caro o muy caro, e invirtió casi siempre bien o muy bien, con algunos errores de bulto, y de la mano de uno de los directores deportivos más reputados del fútbol mundial, Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi. Ha sido una década prodigiosa en el Sevilla también por la cantidad de dinero que ha movido el club, cerca de 550 millones de euros con los 182 futbolistas que han entrado en operaciones de traspaso o fichajes. A esa cifra habría que añadirle el volumen de negocio no relacionado directamente con los futbolistas, como es el dinero por abonados, venta de derechos de televisión, patrocinios, publicidad, marketing etc.
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