CONFÍA EN EXPLOTAR DEL TODO EN ASTANÁ
La hora de la verdad para Mikel Landa
El vasco explica desde Italia en MARCA.com sus objetivos para el próximo curso
Se siente un privilegiado al poder compartir equipo con ciclistas como Nibali o Scarponi.
Sueña con disputar el Giro y brillar en carreras de casa como Vuelta a País Vasco y Clásica de San Sebastián.
Tras mostrar todo su potencial en Euskaltel-Euskadi, Mikel Landa (Vitoria, 1989) tiene ante sí el reto de su vida. A sus 23 años, el ciclista vasco correrá en 2014 en una de las escuadras más potentes del pelotón: el Astaná dirigido por Alexander Vinokourov. El de Murguía expone sus aspiraciones en MARCA.com desde la concentración que están llevando a cabo los kazajos en Italia.
El talentoso escalador alavés ha notado notables modificaciones al cambiarse de maillot. "El Euskaltel era un equipo mucho más pequeño, era como una gran familia. Ahora, en Astaná, todo es diferente. Aquí tenemos muchos idiomas mezclados, gente nueva, culturas diferentes... espero acostumbrarme rápido", dice animoso. Landa, una de las perlas del presente y futuro del ciclismo nacional, no puede esconder la ilusión por lo que se le viene encima.
"Me tomo el reto con mucho respeto. Habrá que ir poco a poco, sé que puedo dar muchas cosas. La gente me transmite confianza y eso me da tranquilidad", cuenta alguien consciente de todo lo que se espera de él. "Me siento muy valorado dentro del pelotón, sobre todo después de ver todo lo que ha pasado con el conjunto naranja. Tengo ganas de hacer grandes cosas aquí", advierte.
Es su momento
Después de tres campañas en Euskaltel, Landa sabe que este curso debe dar un paso al frente. Por eso apuesta por corresponder toda la confianza y halagos depositados sobre su dorsal en los últimos tiempos. "Creo que este año puede llegar mi momento, depende de cuánto me cueste adaptarme. Quiero dar pronto el salto que la gente ansía", apunta.
Para ello, la joven joya del ciclismo vasco ha dibujado en su cabeza el calendario que le gustaría realizar. "Me encantaría competir en el Giro de Italia, que es una de las carreras más apasionantes. Y también las pruebas de casa como Vuelta al País Vasco, la Clásica de San Sebastián o la Volta a Catalunya", cuenta mientras asegura que todavía no ha tenido demasiado tiempo para conocer la intención de sus jefes.
Entre la alegría y la tristeza
El ex del Orbea, quien compartirá escuadra con campeones como Nibali o Scarponi, no puede ocultar su desazón por todo lo acontecido en Euskadi. "La situación de mis ex compañeros es muy preocupante y alarmante. Algunos se van a quedar sin equipo y otros se verán obligados a retirarse. La verdad que es muy triste haber vivido este desenlace", afirma sincero. Por suerte, su talento le ha brindado una ocasión de lujo junto a los kazajos. "Estoy seguro que no la desaprovecharé".
Mucha suerte en ASTANA, MIKEL, A DAR MUCHA GUERRA-
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